¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

domingo, octubre 31, 2010

NO VAMOS A CAMBIAR JUSTO AHORA,VISTE...


La resurrección

Al retirarse del cementerio de Río Gallegos donde despidió a su compañero político y sentimental de toda la vida, la presidente CFK entregó una definición que va mucho más allá del momento y el lugar en que la pronunció. “No vamos a cambiar justo ahora”, dijo con una sonrisa a pesar del dolor.


Por Horacio Verbitsky

Desde Río Gallegos

No era necesario ser creyente para sentir emoción durante la sobria y cálida ceremonia con que tres sacerdotes amigos de la familia Kirchner despidieron a Néstor, el viernes en el cementerio municipal de esta ciudad que él condujo, como intendente y gobernador. Todo transcurrió con una intensidad, un decoro y una ternura que ninguno de los privilegiados que pudimos asistir olvidará. Cristina quiso que la acompañara un centenar de personas, entre representantes de organismos defensores de los derechos humanos que llegaron desde Buenos Aires, familiares de Kirchner, unos pocos legisladores a los que siente próximos, como Agustín Rossi o Eduardo Fellner; amigos de toda la vida y compañeros de militancia, de ella, de Néstor y de Máximo Kirchner. En cambio, dispuso que los ministros y funcionarios no abandonaran el trabajo en Buenos Aires, con escasas excepciones como el jefe de gabinete Aníbal Fernández y su vice Juan Manuelito Abal Medina, y aquellos que acompañaron a los Kirchner desde Santa Cruz, como Julio De Vido, Carlos Za-nnini, Héctor Icazuriaga o Nicolás Fernández, o en la militancia setentista, como Carlos Kunkel y El Pampa Alvaro. Algunos que ignoraban la consigna, o que decidieron ignorarla porque necesitaban una foto, debieron volverse del Aeroparque sin asiento en los aviones, como el Procurador del Tesoro, Joaquín Da Rocha, el resistente.

Murió sereno

Mientras aguardaba dentro de la capilla la llegada de la comitiva, el padre de Plaza de Mayo Julio Morresi se acercó a María Ostoic y le dijo que con su hijo se había ido el mejor. “Ya va a venir otro”, respondió la madre del ex presidente, que al filo de sus 90 años mostró una serenidad asombrosa. Contó que en el rostro de su hijo muerto vio una expresión relajada. “Murió sereno.” Como quien reflexiona en voz alta dijo que el acto en el Boxing Club con los gobernadores le sonó como una despedida y que no entendió qué intentaba transmitir Kirchner cuando dijo que volvía a Río Gallegos. “Tal vez así impidió una tragedia mayor”, reflexionó, enigmática. No parecía que estuviera hablando de política. Suspiró y dijo: “Vuelve a la ciudad en la que nació. Los hijos deberían enterrar a los padres y no al revés”. Amigos de Río Gallegos contaron que Kirchner acababa de comprar una parcela en el cementerio local y que la noche anterior a su muerte había hablado de ello con Cristina. Los dos dijeron que no les gustaban los velorios en el Congreso, a cajón abierto, en los que los restos de lo que fue una persona quedan expuestos a las miradas morbosas de cualquiera. En la segunda fila de la nave escuchaba estos comentarios la hija menor de María Ostoic, María Cristina Kirchner, Macris o la verdadera Cristina Kirchner, como bromean los íntimos, a quien acompañaban sus hijos, un morocho fornido de 12 años y una señoritunga pizpireta de 11. Farmacéutica del hospital local, Macris rara vez viaja a Buenos Aires. Todos los Kirchner han heredado la nariz de María Ostoic, pero Macris comparte el rostro romboidal de su sobrino Máximo, a quien se parece más que a sus hermanos Néstor y Alicia. Máximo, que durante más de veinte horas no se separó de su madre en la capilla ardiente, se estremeció con un recuerdo al abrazar a un compañero en Río Gallegos. “Al matar a ese pibe en Constitución también mataron a mi viejo. Estaba indignado. Todos esos tipos tienen que ir en cana”, musitó. Junto con Cristina y sus hijos llegó su hermana, la médica Giselle Fernández. En la capilla también se abrazaron Alessandra Minnicelli, la esposa del encanecido Julio De Vido, quien hace apenas un mes perdió a su hijo Facundo, de 21 años, en un estúpido accidente cuando su auto mordió un cordón y embistió un poste, y la actriz Andrea del Boca. Hace cuarenta años ambas actuaron en Andrea, una película infantil filmada en esa misma ciudad. No habían vuelto a verse desde entonces. Se tenían de la mano, con los ojos empañados por el llanto.

La muy austera ceremonia ocurrió en la capilla del único cementerio de Río Gallegos, que no es privado por si hace falta decirlo, y estuvo a cargo de tres sacerdotes de estrecha relación con la familia Kirchner. Junto al espacio reservado para el féretro instalaron una corona muy sencilla, de pocas pero frescas flores, con una cinta argentina de plástico que sólo decía Cristina, Máximo y Florencia. No fue una misa, sino la lectura de un breve texto bíblico y una conversación entre amigos. Por eso el obispo Juan Carlos Romanín, quien desde el conflicto docente encabezó la oposición provincial, aceptó un consejo de conocidos cautos y se abstuvo de comparecer. Todos tenían presente el sonoro improperio, “Hipócrita”, con que un feligrés católico respondió a las melifluas palabras del cardenal Jorge Bergoglio, y el fastidio que causó la fugaz aparición para las cámaras en la Casa Rosada de Alcides Jorge Pedro Casaretto, luego de siete años en que ambos políticos episcopales trataron de hacerle las cosas difíciles a Kirchner y a su esposa en todo lo que estuviera a su alcance. Esa jerarquía tiene escasa relación con el gobierno pero preferiría que se notara menos. Lo siente como una capitis diminutio porque sólo se concibe como parte de una Iglesia del poder, aunque declame lo contrario. En cambio se comentaba con tolerancia, por su edad y porque nunca hostilizó a Kirchner, el rezo del jubilado obispo de San Isidro y Morón, Oscar J. Laguna, y con respeto la discretísima visita del arzobispo de Luján, Agustín Radrizzani, a quien CFK debió consolar cuando le tomó las manos en un pasillo lateral, lejos de la vista del público, y la de su predecesor, el jubilado Rubén Di Monte.

La última zambullida

Imposible imaginar mayor contraste entre el boato y la artificiosidad del rito celebrado en la Catedral porteña y el encuentro afectuoso entre viejos conocidos en la capilla patagónica. Sus paredes están pintadas de un vivo color salmón, y vidrios amarillos y ocre, sin iconos, filtraban la luz de un día nublado. Con su techo de madera clara y apenas una cruz como símbolo religioso, es tan despojada como un templo protestante. Allí se celebró la vida y no la muerte. La comitiva logró vadear con mucha dificultad y lentitud el río humano que se desbordó a los lados de la ruta desde el aeropuerto. Algunos presuntos buenos cuberos estimaron que se había volcado a la calle la mitad de los 117.000 habitantes de la capital provincial. Como hacía en vida, Kirchner se zambulló por última vez en la multitud. Al pasar por algunos barrios se veían más lágrimas que dientes. Unas pocas vallas cayeron por la presión humana y no faltaron empellones, entre petroleros y albañiles, a ver quién cuidaba mejor a Cristina. Los invitados por la presidente vieron por televisión en Río Gallegos cuando Cristina hizo detener el auto, bajó y les recriminó a los policías por empujar a quienes sólo querían despedirse de Kirchner. Fue un gesto como para que nadie tuviera dudas sobre el carácter de la persona al mando, a la que tantos se proponen ayudar, con las mejores o las peores intenciones. Los amigos de Santa Cruz acotaron que no era un gesto para los medios, que lo mismo hizo durante la campaña electoral con un custodio que empujó a un militante que intentó acercarse al helicóptero. “Las elecciones se ganan con votos y no con seguridad. Y los votos se ganan de a uno”, le dijo.

Resucitar en el pueblo

Dentro de la capilla, que terminó de construirse durante la intendencia de Kirchner, el cura Lito Alvarez recibió a la presidente y su familia. Cristina se sentó en la primera fila a la izquierda del féretro, junto con sus hijos, el gobernador Daniel Peralta y el presidente de Venezuela. A la misma altura, sobre la derecha, seguían su suegra, sus cuñadas y sus sobrinos.

–Este es mi cura preferido le explicó Cristina a Hugo Chávez Frías, señalando a Lito Alvarez.

–¿Y yo, qué soy?, protestó el sacerdote Juan Carlos Molina, el rubio alto de barba rala que durante las interminables horas del velatorio porteño permaneció de pie consolando a su amiga Alicia Kirchner.

–Bueno, los dos son mis preferidos. Pero no se hagan los locos, concedió Cristina

De pantalón y campera los dos, azul tejida Alvarez y de paño gris Molina, el único ornamento que cada uno lucía era una estola blanca, con cruces de color. Alvarez dijo que estaban allí para despedir al amigo y acompañar a su familia y que serían breves y cuidadosos, no fuera cosa que Néstor se levantara y les apoyara una de sus manazas en la cara y los hiciera callar con un “ya estásh diciendo macanas”. Leyó el bello párrafo del Evangelio según Mateo sobre el juicio final (25: 35/40) en el que Jesús dice a sus discípulos que el Reino de los Cielos se abrirá para ellos porque “tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Los justos le preguntarán sorprendidos cuándo le dieron de comer y beber, lo alojaron y vistieron y lo fueron a visitar, y “el Rey les responderá: cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”. Luego, el cura Lito dijo que hablaría de la resurrección. Explicó que todos nos morimos, pero pocos dan la vida, como Kirchner la dio. Y que quienes dan la vida resucitan en el pueblo. “El pueblo argentino resucitó, porque estaba humillado y sin esperanzas y Néstor con sus actos se las devolvió.”

Alvarez, quien ese día cumplió sus 49 años, es el sacerdote de El Calafate a quien dos horas después de la muerte de Kirchner la presidente le contó cómo fueron sus últimos momentos de vida, desde que se desplomó en sus brazos luego de intentar incorporarse al sentir un dolor en el pecho y dificultad para respirar. La vio entonces, tal como horas después la vería todo el país, destrozada de dolor pero entera, afectuosa y preocupada por sus hijos. Lito le dijo que recién entendía por qué Kirchner la llamaba “Presidente Coraje”.

Caprichoso, caprichoso

Lo siguió en la predicación Juan Carlos Molina, quien atiende hogares para jóvenes con problemas de adicción en Caleta Olivia, en la provincia del Chaco y en Haití. Contó que durante el velatorio en Buenos Aires, Cristina pasaba la mano por el lustroso ataúd y como si acariciara a Kirchner le decía en voz muy baja “caprichoso, caprichoso”, que quería decir empecinado, cabeza dura. “Caprichoso, sí. Néstor era caprichoso y por eso el pueblo argentino está hoy como está y le responde como le responde”, dijo el cura. Dijo que Kirchner entró al salón de los patriotas latinoamericanos preparado con los atributos de presidente, pero que Cristina y Alicia fueron colocando sobre el féretro y a sus pies los regalos que la gente le fue alcanzando, “hasta que salió de allí como el hombre del pueblo, como un líder”. Cinco cajas grandes llenaron esos tributos populares. Como Sergio Soto es el primer nativo de Gallegos que llegó a cura, dijo unas palabras sobre su emoción al despedir al primer presidente nacido en Santa Cruz, así como Fernando de la Rúa opinó por televisión que la gran lección de estos días es que hay que respetar a los ex presidentes. Un parroquiano que lo escuchó después de asistir al velatorio, increpó al televisor en una parrilla de Buenos Aires: “Kirchner murió, vos mataste”.

Cuando terminó Sergio Soto, Juan Carlos Molina recordó que al asumir la presidencia Kirchner dijo que no dejaría sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada. “Tampoco quedarán enterradas ahora en el cementerio de Río Gallegos”. Luego convocó a madre, hermanas, esposa, hijos y sobrinos de Kirchner a rodear el féretro y despedirse con alegría por la vida. Después de ese último abrazo, la presidente acompañó hasta el aeropuerto a Chávez, quien apenas pidió un viva por el ex presidente y otro por la Argentina. También ordenó que los miles de personas que esperaban en la calle pudieran entrar para despedirse de Lupo, como todos siguen llamándolo aquí, aunque para eso hubiera que postergar el traslado a la cripta familiar. Antes de irse, Cristina avanzó hacia las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo y se abrazó con ellas. “Viste, somos peronistas. Siempre andamos en medio del pueblo y el tumulto. No vamos a cambiar justo ahora”, me dijo con una tenue sonrisa y con una entonación endulzada por el dolor y el cansancio. ¿Quién que la conozca y no la subestime puede esperar otra cosa?


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sábado, octubre 30, 2010

Kirchner, el hombre que iba al volante



Brancaleone,el inspirador de Kirchner,solo contra el mundo...



Por Mempo Giardinelli | 30.10.2010 | 00:38

Debo confesar que me sorprende la invitación a escribir en PERFIL, y la agradezco. Estas páginas fueron mi casa en los años 80, cuando regresé del exilio, y lo fueron en el ’98, cuando las primeras ediciones diarias de este medio. Luego fueron esporádicas mis colaboraciones, hasta que me alejé hace unos tres años, cuando sentí que me era incómodo transitar opuestas veredas ideológicas. Por eso mismo ahora agradezco esta invitación, ya que no es un asunto cualquiera el que nos acerca. Es la pérdida de un enorme político llamado Néstor Kirchner, a quien desde estas páginas se combatió con vehemencia y a quien llora en estos días una porción visiblemente mayoritaria del pueblo argentino.
Lo que más me impresionó siempre de este hombre todavía joven –hoy sesenta años son pocos en la política mundial– fue su estilo heterodoxo, que nunca me pareció adecuado y al que he definido como medio desfachatado, inconveniente para la investidura presidencial. También fui suspicaz, como muchos, frente a su militancia setentista y su labor como gobernador patagónico, especialmente cuando aquel asunto nunca del todo esclarecido de los fondos provinciales depositados fuera del país.

No lo voté ni lo conocí personalmente, y sólo tuve con él una conversación telefónica a mediados de 2003, cuando el entonces reciente canciller Rafael Bielsa me ofreció ser embajador argentino en Cuba. Como rechacé la oferta, al día siguiente me llamó el propio Kirchner y mantuvimos una amable charla telefónica (yo estaba en Resistencia, donde vivo) durante la cual le dije que mal podía ser embajador de un gobierno al que no había votado. Kirchner se rio y me dijo: “No se preocupe, si yo tuviera que recurrir sólo a los que me votaron no podría gobernar”.

Por cierto, hasta ayer pensaba que ni siquiera había compartido con él espacio alguno. Pero anoche, mientras escribía esto, un querido amigo, el escritor mexicano Gonzalo Celorio, me recordó en un mail que sí lo saludamos fugazmente durante el Tercer Congreso de la Lengua, en Rosario, en 2004. Como fuere, nada de eso significó acercamiento alguno, más bien lo contrario. Y durante todos estos años –los cuatro de su presidencia y los tres que lleva Cristina– oscilé entre la sorpresa y la admiración por algunas medidas que me parecían trascendentes, y las críticas y rabietas ante determinadas decisiones gubernamentales.

Tarea difícil la de separar trigos de pajas, admítase, en una sociedad mediáticamente gobernada por la velocidad, la improvisación, el recorte ideológico, la furia y la venganza política.
Como fuere, y vista la evolución de este país desde el infierno que era en 2001 y 2002, a mí me parece que este matrimonio fundamental de la vida argentina contemporánea hoy es parangonable con el ya histórico dueto que formaron Juan Perón y Eva Duarte. Y creo que es por eso, dicho sea en esta evocación a vuelamáquina, que ahora que está muerto Kichner hará sentir su ausencia de manera cada vez más ostensible, por lo menos en dos aspectos.

Uno es que faltará el más ingenioso armador político desde Perón. Podía gustar o no –y a mí no me gustaba– su estilo extremadamente peronista de juntarse con éste y con aquél, de recibir a cualquiera y a cualquiera darle alpiste. Pero era un maestro en ese arte. Venía de la Juventud Peronista Revolucionaria, luego fue menemista, después transversal, luego ortodoxo y cada dos por tres frentista. Podía no gustar, repito, pero qué genio para la costura política. Qué capacidad de persuasión –no a los lectores de PERFIL precisamente, ni a las clases medias porteñas, pero sí a las clases populares–.

Se ve en estos días de duelo en la Plaza de Mayo: es el genuino dolor de nuestro pueblo. Es el peronismo puro de las villas, que va a agradecerle a su líder porque se acordó de ellos, de los pobres, y les dignificó un cachito la pobreza. Por eso en el velatorio en la Casa Rosada, por donde pasó tantísima gente llorosa, eran mayoritariamente humildes y sus carteles rezaban: “Gracias, Néstor, por acordarte de los pobres”, “Gracias porque nos diste trabajo”, “Gracias por sacarnos del pozo”, “Gracias porque nos devolviste la dignidad”.

La otra es que faltará el ministro de Economía que ha tenido este país. Porque por siete años Kirchner en persona manejó los hilos económico-financieros y las divisas. Y lo hizo bastante bien. Lo siento si no les gusta a algunos lectores, pero hoy el Banco Central ejecuta una política independiente del Fondo Monetario Internacional, achicada y refinanciada la deuda externa, y con una cantidad de divisas récord que garantizan que la Argentina soporte los sucesivos “golpes de mercado” que chocan contra una economía cada día más sólida. El país se ha reindustrializado, disminuyó el desempleo a un dígito, hay niveles de recaudación fiscal jamás alcanzados y una balanza comercial que no deja de crecer y casi siempre con saldo positivo.
¿Quién va a conducir la economía, ahora? ¿Con quién van a consultar, o de quién van a recibir indicaciones, Amado Boudou, Mercedes Marcó del Pont o Débora Giorgi? Yo no lo sé, y me preocupa más allá de sus conocimientos técnicos.

Desde ya, la enumeración de lo anterior no significa terminar con el balance. Porque es obvio que hay mucho para cuestionarle al modelo kirchnerista, y es bueno hacerlo. No para disminuir la grandeza de este hombre que ya se ganó –guste o no, y a quien sea– un lugar en la historia. Porque con él va a suceder como con Raúl Alfonsín, que también fue cuestionado con saña y sin embargo ha ido adquiriendo una imparable estatura de prócer.
Claro que no estoy pensando en las críticas más escuchadas y que enarbola la oposición, las cuales son de tipo más bien enunciativo: cuestionarle a Kirchner la demagogia en su discurso ante los desposeídos no tiene sustancia. Sí, fue un líder populista. ¿Y qué con eso? A su manera también lo es Obama, como lo es Lula, o Piñera, o cualquiera de los que aquí fascina a los militantes anti K. Cuestionarle que la Argentina se parece a Cuba o Venezuela, y Néstor a Fidel o a Chávez, no resiste análisis más allá de los eslóganes. Enojarse con el señor Guillermo Moreno es como enojarse con el señor Mauricio Macri: no les entran las balas. Y son totalmente banales las frecuentes acusaciones sobre los atuendos de la Presidenta.
No, lo que para mí es verdaderamente cuestionable, e irritante, es la persistencia de gordos bolsones de corrupción. En contratos de obra pública, claro, pero también en la vida privada. Eso es gravísimo, pero no porque lo haya inventado el kirchnerismo, que no lo hizo, sino porque el kirchnerismo no ha hecho nada verdaderamente serio para cortar las cadenas de corrupción. No hay un solo preso por corrupción en la Argentina, y eso es lo tremendo.

No soy ni quiero ser exégeta de este hombre al que toda la Argentina despide en estos días, pero establece una norma no escrita: que es a la hora de la muerte cuando se evocan los méritos del difunto. Y el que ahora nos convoca es este flaco de andar medio cachafaz, casi siempre despeinado, de mocasines setentistas y trajes cruzados bastante ridículos, informal y de hablar confuso, que dejó tantas y tan profundas huellas sobre la piel de este país.
Desde Perón, seguro, ninguno igual. Guste o no, e irrite a quien irrite. Y eso no es, como se dice, moco‘e pavo. Esto es la Argentina, señoras y señores, un país feroz. Al que se le murió el conductor que fue al volante los últimos años.

HAY FUTURO

Los jóvenes K conquistaron la plaza

Miles de estudiantes militantes e independientes despidieron a Kirchner


Los jóvenes K conquistaron la plaza
Foto Rodrigo Néspolo


Envuelta en lágrimas, se refugiaba en un abrazo de su compañero que mantenía los ojos vidriosos en la pantalla gigante montada a un costado de la Plaza de Mayo. Las imágenes mostraban a distintos personajes públicos y un desfile de personas frente al féretro del ex presidente Néstor Kirchner. Luisina Dibella, de 25 años, no aguantó la congoja. Había viajado toda la noche desde Córdoba para despedir al ex mandatario quien, según la joven, "comenzó el camino de un proceso de cambio", y despertó su interés por la política.

Con Esteban, que intentaba consolarla pese a sentir el mismo dolor, piensan empezar a militar en una agrupación universitaria. "A partir de la muerte de Néstor, creemos que es más necesario involucrarse y dar apoyo a Cristina, para que este proyecto siga", expresó el joven a lanacion.com. El viaje exprés en el que se embarcaron hacia Buenos Aires terminaría en pocas horas, pero marcaría un punto de partida en el momento en que volvieran a tierra cordobesa.

Con amigos, familiares, compañeros de militancia o en pareja. Así, acompañados, como suelen moverse los jóvenes, se convirtieron en protagonistas en la plaza, desde que se difundió la noticia sobre la muerte de Néstor Kirchner, en la mañana del miércoles. Con su discurso confrontativo, el ex presidente encabezó un tiempo en el que volvió a despertarse un interés por la política adormecido entre los jóvenes, lo que se vio reflejado tanto en las propias filas como en las ajenas.

El día después, la conmoción de las primeras horas comenzó a mezclarse con un clima de homenaje más festivo. La larga espera para entrar al salón de los Patriotas de la Casa Rosada estuvo acompañada con cánticos, aplausos y hasta rondas de mate con extensas charlas sobre el nuevo escenario político.

Mauro Lavalle, de 20 años, debatía con sus ex compañeros de colegio de Adrogué el futuro del Gobierno. "Creo que este hecho va a redoblar la militancia", auguró el estudiante de Arquitectura. "Néstor levantó al país y dejó un legado; luchó contra los poderes fácticos y hoy estamos más cerca de la justicia social", afirmó. Sus amigos asintieron. Aunque reconoció que quedan cosas por hacer, fiel al estilo K, cuestionó a los medios de comunicación y reclamó a la oposición por "oponerse sin propuestas".

"Perdimos el miedo a la política y decidimos hacernos cargo", agregó Martín, parte del grupo convencido de que el país mejoró en los años de gestión kirchnerista.

En un costado de la plaza, Ayelén Flores se alejaba hacia la calle Reconquista. Todavía emocionada por haber estado cerca de los restos de Néstor Kirchner, y bajo la contención de su madre, contó: "Cuando me enteré, sentí una gran desesperanza. Pensé que todo se venía abajo. Pero sé que vamos a seguir adelante; Cristina no nos va a dejar solos". La joven de largo cabello rubio y escasos 18 años pensaba darle su primer voto al fallecido dirigente el año próximo, si se presentaba en las elecciones de octubre. "El abrió la puerta del cambio con su pensamiento firme; generó un debate en la sociedad. Este Gobierno me abrió la cabeza", agregó, con palabras entrecortadas, mientras secaba sus ojos ocultos por unos anteojos oscuros.

Ayer, en el colegio Mariano Acosta no fue un día de clases normal. "La mayoría es kirchnerista, había gente muy dolida", contaron Nahuel y Tomás, que cursan cuarto año en esa institución y que, apenas finalizaron el horario escolar, cambiaron su camino diario y enfilaron hacia la Casa Rosada.

"Lo que tuvo de bueno Kirchner es que volvió a a abrir el debate e impulsó la militancia de los chicos", dijo Tomás a lanacion.com . Ambos son confesos apasionados por la política, aunque Tomás se reconoció cercano al Gobierno desde la primera hora. Su compañero, en cambio, mucho más reciente: "Ahora soy kirchnerista. Desde la muerte de este tipo, soy kirchnerista".

Muchos estudiantes, al igual que los trabajadores de la zona, llegaron a la tarde a la Plaza de Mayo, por lo que prefirieron evitar la extensa fila hacia la capilla ardiente, y se conformaron con estar presentes. Todos quisieron participar de un momento histórico, que seguramente relatarán a futuras generaciones.

Tranquilas, caminaban cerca de la pirámide de Mayo Alejandra, Adriana y Cecilia. Alejandra confesó que al enterarse de la muerte de Kirchner, sintió "un poco de tristeza" porque le tenía "cierto afecto". Pero las tres coincidieron en la "incertidumbre" que les provocó la noticia. "Hay que ver qué es lo que va a pasar con el panorama político de acá a 2011, en ese sentido, creo que hay que apoyar al Gobierno", reflexionó Cecilia.

Una figura influyente. Ya entrada la noche, Mariana se alineaba con otros miles para entrar a la Casa de Gobierno. No la desalentaba el viento frío que empezaba a correr por la Avenida de Mayo, ni la posibilidad de permanecer allí hasta la madrugada. "Mi papá me trajo cuando asumió y no había ni la mitad de gente. Y mirá lo que es esto... Néstor es uno de los próceres de la historia argentina", afirmó la joven de 23 años que integra la Juventud Peronista (JP) y milita en Lomas de Zamora.

Apenas un poco más atrás estaba Emiliano, de 20 años, un kirchnerista fiel, que esperaba junto a tres amigos de su provincia natal, Misiones.

En las siete horas de espera pudo pensar qué hará cuando al fin logre entrar al salón: "Me gustaría abrazar a Cristina, pero no puedo porque está lejos. Le voy a decir que la quiero mucho; quiero apoyarla para que el modelo siga".

A Emiliano, estudiante de filosofía y militante de la JP Evita, el ex mandatario le dejó "un legado de por vida". "Es ese amor del secundario que no olvidás más", expresó el joven que fantasea con decir algún día desde el sillón de Rivadavia: "Mi gran maestro ha sido Néstor Kirchner".

Alto, robusto, el joven hablaba con firmeza sobre política, pero con tono bajo y silencios al referirse a la muerte del ex presidente. "Me dolió profundamente. Ayer fue un día difícil", dijo, con los ojos enrojecidos. Y consideró que la alta participación de los jóvenes se debe a que "ahora forman parte de una discusión".

Emiliano quedó desilusionado por el guión de la realidad que, como otros jóvenes kirchneristas, espera que no apague el proceso que comenzó en el 2003.

viernes, octubre 29, 2010

LA SOLEDAD



...Y EL PUEBLO QUE TE APOYA...

Tras la hojarasca argentina

ANÁLISIS | Más allá de Néstor Kirchner


Bonaerenses haciendo cola frente a la Casa Rosada para homenajear a Kirchner. | Efe

Bonaerenses haciendo cola frente a la Casa Rosada para homenajear a Kirchner. | Efe

Especulaciones y más especulaciones. Análisis, predicciones y casi hasta maliciosas expresiones de deseo poco disimuladas tras la hojarasca de extraños futuribles. Siempre desde las líneas enemigas, desde corresponsales que abrevan en comentaristas de los dos grandes diarios argentinos, 'Clarín' y 'La Nación', rivales acérrimos e impiadosos de Néstor Kirchner, o mencionan a líderes de la oposición. Por eso no hay casi diferencia entre los comentarios de unos y otros. Analicemos.

Se ha dicho, todos por igual: Cristina Fernández es tan sólo el mascarón de proa del gran poder acumulado por su esposo Néstor. Hasta hace tres años, cuando él gobernaba, medios y oposición aseguraban que "no hace nada sin consultarla a ella, que es la verdaderamente inteligente" de la pareja. Era una forma de descalificar la inteligencia de quien es el presidente.

Se ha dicho, todos por igual: Néstor tenía en su puño al Partido Justicialista, algo que le será muy difícil conseguir a Cristina. Pero hoy Cristina tiene el poder que emana de la Presidencia y alrededor de ella se agrupan –como no podía ser de otro modo- la Confederación General del Trabajo, los gobernadores del llamado "kirchnerismo", los diputados y senadores de la primera minoría, que ya rechazaron hace año y medio los cantos de sirena de la oposición con motivo de las elecciones parlamentarias de mayo de 2009, y los pesos pesados del Gobierno como los ministros Julio de Vido y Anibal Fernández, con los Kirchner desde el año 2001. Están en el mismo barco. Sin el "mascarón de proa", tampoco ellos existirían.

Se ha dicho, todos por igual: Se ignora si Cristina Fernández se presentará a la reelección o elegirá a un sucesor. Parece contradictorio con su presunta falta de poder. Si optase por cualquiera de ambas cosas, entonces se demostraría que domina efectivamente el Partido Justicialista.

Pero todo eso es la hojarasca de los interesados en poner palos en la rueda de un Gobierno que ha sido "muy peronista".

El peronismo

¿Y qué es el peronismo que tanto sorprende a tantos? ¿Qué es ese peronismo que tan pocos comprenden? No es un partido sino un movimiento social a veces inarticulado, con muchas variantes, que se nutre de hechos muy claros en la historia. Cuando Perón llega al poder en 1946 encuentra un país tan rico como socialmente desigual. Es él quien, por un lado, crea la CGT, elimina el despido libre existente, afirma los derechos de los trabajadores y de las mujeres otorgando a éstas el voto en 1948. Por otra parte , sus diez años son los más ricos en construcción de hospitales, escuelas, barrios obreros, etc. Simultáneamente, ejerce un poder casi omnímodo y "populistamente" crea el culto a la personalidad y los regalos millonarios a sus destacados seguidores.

Cuando lo derrocan en septiembre de 1955 el país ya no era tan rico y el peronismo es proscrito y perseguido durante 18 años hasta 1973, los años en que justamente se acumula la gran deuda exterior y comienza la debacle económica argentina.

A Perón lo echan y lo mantienen en el exilio las Fuerzas Armadas, el gran empresariado nacional, los grandes medios de prensa y la Iglesia católica. Por ello existe en Argentina una gran división con el pueblo llano. Todos los sectores mencionados y las clases medias más acomodadas odian visceralmente al peronismo.

¿Que han hecho en siete años los Kirchner y por qué son tan odiados en esos sectores? Se puede reconocer en ellos el accionar del eterno populismo peronista, pero enumeremos sus esenciales acciones: se salió del fatídico corralito del 2001, no aumentó la deuda exterior, se pagó al FMI y dejaron de obedecerse sus consejos, se eligió por vez primera a una mujer presidente, se aumentó el nivel de escolaridad, se procesó y encarceló a los asesinos de la dictadura militar, se aumentó varias veces el sueldo de los jubilados, se legisló el matrimonio gay, se recibió un país con una reserva de 8.000 millones de dólares y ahora hay reservas por 54.000 millones, se encontró a más nietos de desaparecidos, se ha implementado la asignacion universal por hijo que ha sacado de la miseria a cinco millones de personas.

Los enemigos de los Kirchner, de ese peronismo distribuidor de alguna riqueza –no el de Carlos Menem, gran privatizador de la Argentina- son los mismos de 1946. Y hablan y escriben mucho. Es el pueblo el que rodea el féretro del ex presidente.


*Luis Mas, periodista que vivió en Argentina entre 1945 y 1976 y autor del libro 'La siesta interrumpida'.
Tras el fallecimiento

Carta Abierta a los que celebran la muerte

29-10-2010 / Quienes por estas horas festejan la muerte de Kirchner, demuestran sus valores y su calidad humana. Se creen iluminados, capaces de vislumbrar el futuro que nunca aciertan y de olvidar el pasado del que también suelen ser responsables con sus votos, con sus actos, con su amnesia.
Por Alex Milberg*

Quienes por estas horas festejan la muerte de Kirchner, demuestran sus valores y su calidad humana. Se creen iluminados, capaces de vislumbrar el futuro que nunca aciertan y de olvidar el pasado del que también suelen ser responsables con sus votos, con sus actos, con su amnesia.

Pero hay algo más grave.

Quienes por estas horas festejan la muerte de Kirchner, reflejan el rasgo más destructivo que tenemos los argentinos, lo peor de nuestra idiosincrasia: la ineptitud para reconocer nuestras miserias.

Somos fáciles para el elogio: rescatamos nuestra solidaridad, nuestra capacidad de sobrevivir y reponernos a las crisis, nuestra calidez que parece cada vez más vislumbrada por los turistas y menos entre los propios argentinos.

Pero somos incapaces de entender que somos parte del problema.

¿No se escuchan? ¿No se leen?

* Se escandalizan por el odio y la división pero festejan la muerte de Kirchner.
* Se enfurecen por la pérdida de valores, pero festejan la muerte de Kirchner.
* Se horrorizan por el oportunismo, pero a menos de cuatro horas de la muerte de Kirchner, resaltan la debilidad de Cristina, la posible ingobernabilidad y, otra vez, los augurios de buen derrumbe.

¿Son cínicos, hipócritas o ignorantes?

Este país no tiene arreglo si como sociedad no curamos el defecto más grave: nuestro maniqueísmo histórico, nuestra idiosincrasia miope, torpe y binaria que aún hoy nos impide reconocer lo positivo sin por ello dejar de señalar lo negativo.

Y este extenso velorio argentino sería mucho menos angustiante, si los sectores medios y medios altos, los supuestamente más instruidos y los que han tenido mayores posibilidades, demostraran el mismo respeto y tolerancia que exigen a sus líderes. Si se admitieran como parte del problema y no sólo como su solución: ¿O se olvidan? Ellos también han acompañado mayoritariamente los golpes de Estado del siglo pasado, el silencio durante la dictadura militar, la euforia ante la Guerra de Malvinas y los votos a Alfonsín, a Menem (dos veces), a De la Rúa, a Kirchner y a Cristina Fernández.

Pero claro: La culpa siempre es de los otros y los argentinos no tenemos nada que ver con lo que nos sucede, nada que ver con lo que reclamamos, nada que ver con lo que nos indigna.

En este contexto, llega la muerte y no modifica sólo la visión que tenemos hacia nuestros líderes sino también hacia nosotros mismos.

Hace dos años, fue mucho más sencillo rendir un homenaje a Ricardo Alfonsín: ya era un hombre viejo.

Sí. Porque era un hombre mayor y retirado, recibió el reconocimiento de una sociedad que lo maltrató y lo despreció mientras fue presidente y mientras se mantuvo en la vida política.

¿Fue Alfonsín acaso un hombre de consensos? ¿No se enfrentó con coraje y dureza al campo, a la Iglesia, a los militares, a la prensa y a los sindicatos? En un balance light, se sintetizó su figura en el Juicio a las Juntas y en su honestidad y se omitieron deliberadamente otros conflictos que, de algún modo y con matices, continúan vigentes en estos tiempos.

Aún así, la muerte no indultó al líder radical de sus errores en la gestión. Pero nos permitió, ya lejos del fragor cotidiano, reconocer sus virtudes y sus aciertos. La sociedad que lo homenajeó frente al cajón no estaba redimiendo solamente la memoria de Alfonsín, sino también, las suyas propias.

La discusión política será mucho más rica cuando veamos en los aciertos del otro nuestros propios aciertos. Cuando aprendamos a valorar los cimientos y no sólo a celebrar sobre los escombros. Festejar la muerte de Kircher es, además de un insulto a la democracia (a la tolerancia, al respeto), un acto de cobardía de quienes necesitan la muerte para soñar con imponer sus ideas.

Por suerte, ya no vivimos en los setenta aunque los resabios tardan en curarse. Reconocer la enfermedad es el primer paso. Pero depende de nosotros.

*director Newsweek Argentina.

jueves, octubre 28, 2010

Lo que Kirchner nos dejó a todos

No podrán tapar el sol con la mano




Despistados o malintencionados, harán hincapié en un estilo de conducción áspero, poco amable, sin recordar que fue el primer presidente argentino que gobernó sin apalear a su pueblo. Tal vez los escribas del futuro no reconocerán plenamente la entrega de un luchador porfiado, que dio la vida por sus ideas.

Tal vez no falten en el futuro quienes discutan el valor de la recuperación del Estado y del debate ideológico promovido por el ex presidente muerto. No es raro pensar que intentarán subvaluar su legado si con el cuerpo sin vida y aún caliente del ex presindente ya empujan para que Cristina gire a la derecha. Seguramente habrá quienes cuestionen la reestatización de Aerolíneas Argentinas, del Correo, del servicio de agua potable, la fábrica de aviones de Córdoba y el sistema previsional. O quienes critiquen que no hizo lo mismo con el petróleo. Aparecerán historiadores que discutan la eficacia del modelo productivo, que generó tasas de crecimiento inédito, acompañadas por mayor consumo. Quizá la historia no le asigne tampoco la importancia justa a la decisión de sostener a capa y espada los servicios públicos más baratos de América Latina, en un modo de transferencia de ingresos que no aparece nunca en las estadísticas.
Posiblemente algunos pondrán en duda que haya sido la política económica de Néstor Kirchner la que permitió recuperar 4 millones de empleos para pasar de una desocupación del 25 al 8% y dirán en cambio que sólo se debió al “viento de cola”. Algunos olvidarán en sus relatos –con intención o sin ella– que Kirchner fue el presidente de la Nación que repuso las archivadas paritarias, porque soñaba con el mítico reparto de la torta por mitades entre trabajadores y empresarios. Y no faltarán quienes no ponderen convenientemente la reducción del agobio de la deuda externa, lo cual permitió por ejemplo sortear una pavorosa crisis internacional con bajo costo social. Es posible que los historiadores desdeñen que todo esto se realizó con un récord de más de 50 mil millones de dólares en reservas.
Por supuesto que habrá además cronistas que destacarán más el rechazo de Kirchner a elevar el piso jubilatorio al 82% del salario mínimo antes que los sucesivos aumentos que mejoraron haberes miserables, congelados durante una década. Ni siquiera pondrán en la balanza que se incorporó al beneficio previsional a 2,5 millones de personas mayores que estaban en las cunetas sociales. Y algunos desconocerán la revalorización de los científicos y de sus salarios, despreciados por un neoliberalismo que los había mandado a lavar los platos. Es natural que historiadores conservadores consideren por ejemplo una herejía que Kirchner haya roto las relaciones carnales con los Estados Unidos para plantear una relación digna y decretar la muerte del ALCA. Recordarán con pesar que ese entierro fue escenificado en una histórica reunión de presidentes en Mar del Plata, de la cual un emperador del Norte se marchó humillado. Cuando la derecha describa al kirchnerismo, juzgará un error que se haya abrazado a otros presidentes latinoamericanos que luchan por mejorar la vida de sus pueblos, en lugar de hacer mejores migas con los poderosos. Posiblemente recalquen más la bronca del ex presidente con la Corte Suprema de Justicia por fallos adversos a sus ideas que su voluntad augural para promover un tribunal prestigioso y autónomo. Por supuesto que habrá interesados detractores de la transformadora Ley de Medios, tal vez uno de sus mayores legados a la democracia. Que los pobres puedan ver gratis los partidos de fútbol puede ser puesto en tela de juicio por escribas que aborden el asunto desde un costado economicista, o ser considerado por otros insensibles como un hecho anecdótico propio del populismo. Y cuando se recuerde el establecimiento de la Asignación Universal por Hijo, no pocos dirán seguramente que no tuvo nada que ver, porque gobernaba su esposa. Cuando el presidente era él, decían que la que mandaba era ella. Y cuando ella tomó el bastón, decían que en las sombras mandaba él. En realidad, la muerte pone ahora en blanco y negro que Kirchner era el jefe de una sociedad política en la que su compañera nunca fue un jarrón chino de adorno. Pero quienes quieran ocultar la historia para que no cunda el ejemplo, seguramente le restarán la importancia adecuada al hecho de que haya promovido, por ejemplo, un Presupuesto Nacional que invirtió los porcentajes destinados a deuda externa y educación: ahora se asigna el 2 % al pago externo y –por primera vez en la historia– el 6% a la educación. Los centenares de escuelas que se alzan en el país servirán para aguijonear la memoria de quienes se hacen los pavos.
Es probable que cuando se narren los hechos de hoy no se evalúe correctamente que Kirchner llegó a la Casa Rosada mucho antes de lo que él mismo deseaba, en medio de un gran desbarajuste y con un porcentaje de votos inferior al de la desocupación que asolaba al país. Posiblemente haya quienes no reconozcan que –en el país del travestismo político– el ex presidente planeaba volver al sillón de Rivadavia con las mismas convicciones que prometió no dejar en la puerta de la Casa Rosada cuando estaba por asumir. Algunos ni siquiera le reconocerán el rol protagónico que tuvo en la reivindicación de la política, ni en la promoción del debate de ideas, congelado por el pensamiento único. Despistados o malintencionados, harán hincapié probablemente en un estilo de conducción áspero, poco amable, sin recordar que fue el primer presidente argentino que gobernó sin apalear a su pueblo. Tal vez los escribas del futuro no reconocerán plenamente la entrega de un luchador porfiado, que dio la vida por sus ideas. Y desdeñarán el coraje que tuvo para afrontar lo que otros desearon y nunca se animaron a encarar. Para defender sus convicciones, se enfrentó a los EE UU, a la Iglesia católica, a los militares, al FMI, a la decadente oligarquía y a la derecha más recalcitrante. La sola enumeración de sus enemigos es un elogio a su vida política luego de ser presidente de la Nación. Pero si todo esto fuera minimizado, si no se reconociera que hay una Argentina antes de Kirchner y otra después, un solo acto de gobierno bastaría para que la historia nacional y la memoria popular lo ubiquen en una página central. Ocurrió el 24 de marzo de 2004, al conmemorarse el 28 aniversario del golpe militar que cambio el rumbo de la historia argentina. Fue cuando le ordenó al comandante del Ejército, Roberto Bendini, descolgar los retratos de los ex dictadores Videla y Bignone de una pared del Colegio Militar. Ese día abrió las compuertas para que los represores fueran al fin juzgados. Quienes lo olviden o no reconozcan el valor de su política de Derechos Humanos ya no serán escribas despistados sino operadores malintencionados. A más de tres décadas de reinstalada la democracia, los militares criminales están siendo encarcelados a partir de aquel puntapié inicial del ex presidente muerto. Si ese tozudo santacruceño al que le gustaba que lo llamasen Pingüino no hubiera trabajado para reparar en buena parte el daño de los ’90, su decisión de terminar con la impunidad le garantizaría igual un lugar central en la historia argentina del siglo XXI.

Néstor y Cristina


Por Horacio Verbitsky

Hacía muchos años que no se veía a tanta gente sollozar de pesadumbre, ante una noticia insoportable, que solapa la esfera pública con la vida privada de cada uno, porque nadie ignora las consecuencias sobre su cotidianidad que puede tener la desaparición de Néstor Kirchner, responsable junto con su esposa CFK de los mejores gobiernos que tuvo la Argentina desde 1955.

En cuanto le abrieron la puerta, una joven censista embarazada se perdió en los brazos de la mujer mayor que la recibió y ambas gimieron abrazadas, sin palabras. En medio del cuestionario, otro censista preguntó a qué hora sería la concentración en la Plaza de Mayo. Por la tristeza que percibió, supo que no necesitaba reprimir sus sentimientos y lloró como un niño. Conmovido por la muerte, también estaba pasmado por los festejos con que lo habían recibido en algunos departamentos que censó. En algún barrio porteño hubo incluso descorches, banderitas y bocinazos, remake del siniestro “Viva el Cáncer” con que pasó a la historia otra generación de la misma ciudad. Algunos de sus vecinos hoy idolatran a Evita, reducida a un ícono inofensivo, pero detestaron a Néstor y odian a Cristina. Es un odio de clase, despreciable pero comprensible. Son expresiones de sectores minoritarios pero poderosos. Distintas, pero complementarias, son las misas hipócritas que nadie pidió y las lágrimas de cocodrilo de quienes fueron sus compañeros y lo abandonaron cuando más los necesitaba, ex gobernadores, ex ministros, diputados que siguen en las bancas a las que accedieron con los votos de CFK pero las ocupan oponiéndose a sus políticas, y hasta el vicepresidente que Kirchner sugirió para acompañarla, con su ojo infalible para detectar al postulante equivocado. No vale la pena ensuciar con sus nombres el homenaje de esta página.

Sin perder una hora, el mismo diario que en 2003 vaticinó que la presidencia de Néstor no duraría un año, emplazó ahora a Cristina a abjurar de las políticas centrales de los gobiernos de ambos, alejarse de los trabajadores y sus representantes y tender un puente para que la oposición la rodee y la anule. Ni siquiera faltó la obscena mención a Isabel Perón y al rol de Ricardo Balbín en una era remota no sólo en el tiempo, porque no hay comparación posible entre los personajes y sus circunstancias. Cristina no es una frágil mujer que busque ni acepte la conmiseración de nadie ni hay entre los líderes opositores gestos de grandeza proporcionales al vacío que deja la partida de un líder excepcional.

La espontánea manifestación que fue goteando desde el mediodía de ayer sobre la Plaza de Mayo hasta colmarla por la noche y la convocatoria de la CGT a acompañar hoy el velorio, expresaron el dolor popular por la súbita desaparición e intentaron transmitirle a la presidente toda la fuerza que necesitará para sobreponerse a la pérdida de su compañero de toda la vida. Porque a la ausencia política, que ella sentirá más que nadie, se suma el quebranto afectivo. Eran tímidos en la efusión de sus sentimientos ante terceros. Pero se miraban con una intensidad que no es común encontrar al cabo de treinta y cinco años de vida en común y hablaban con admiración uno del otro, como enamorados recientes. Para justificar que no buscaría su reelección, dijo que ella era más capaz, que profundizaría el modelo que él había iniciado en medio de las peores dificultades en 2003. Contra el escepticismo de algunos propios y la hostilidad de muchos ajenos, que instalaron primero la fantasía del doble comando y luego la mistificación del ex presidente en ejercicio, no se equivocaba. El limpió la Corte Suprema de Justicia y la cúpula castrense, que había vuelto a convertirse en partido militar. Propició la recomposición del empleo, del salario y de los ingresos de los jubilados, la reaparición de las negociaciones paritarias para discutir salarios y condiciones de trabajo. Impuso altas retenciones a las exportaciones de hidrocarburos, cereales y oleaginosas y se negó a autorizar los aumentos de servicios públicos que le pedían a gritos empresas y políticos, inclusive su vicepresidente. Así disminuyó la desocupación y la pobreza. Apoyó la nulidad de las leyes de punto final y obediencia debida lograda por la lucha de los organismos de derechos humanos, para castigar a quienes impusieron por el terror un modelo de saqueo y desnacionalización. Acabó con la intromisión del FMI, redujo a proporciones manejables el peso de la deuda externa y, junto con los presidentes de los países hermanos, afirmó una política exterior de unidad sudamericana e independencia de Estados Unidos. Jugó un rol decisivo en la conferencia presidencial de Mar del Plata donde terminó de morir el proyecto imperial de libre comercio. Kirchner decidió que la función de las fuerzas de seguridad no sería reprimir las protestas sociales, también acabó con la ley de la dictadura que ofendía y humillaba a los inmigrantes de países vecinos y luego de una trabajosa búsqueda de consensos promulgó una ley de educación respetuosa de los docentes. Ella creó un ministerio de Ciencia y Tecnología, recuperó la línea aérea de bandera y el sistema previsional que estaba en manos de comisionistas financieros, acabó con la autonomía que hizo del Banco Central un enclave extraterritorial, y puso en práctica una política de transferencia de ingresos hacia los más necesitados que es la más importante de Latinoamérica. Recogió las demandas de la coalición por una radiodifusión democrática para abrir los medios de comunicación a una pluralidad de voces e impulsó la desmonopolización de la fabricación y comercialización de papel para diarios, que sólo en la Argentina es controlada por los dos mayores diarios. Pero además eliminó del Código Penal las calumnias y las injurias en casos de interés público para que ningún periodista pueda ser ya perseguido por sus opiniones o informaciones.

En el reportaje de enero que se reproduce hoy en este diario, Kirchner explicó que las falencias de su gobierno, que reconocía, eran los principales méritos del de su esposa. Esto implica que ambos fueron responsables de los aciertos y errores de los dos mandatos. El proyecto que se desenvuelve desde 2003, es tan nítido y coherente, e involucra a tantos millones de personas, que no concluirá con la muerte de quien lo puso en movimiento. El trayecto será menos duro cuantos más y cuanto más lúcidos sean quienes acompañen a Cristina, de cuyo temple, capacidad y convicciones no hay motivos para dudar.

mas gayegadas....

Argentina envía misión a España para discutir deportaciones

Aeropuerto Barajas de Madrid

Los argentinos deportados desde el aeropuerto de Barajas en Madrid rozan los mil, según Casa Argentina.

En lo que va del año los argentinos deportados desde el aeropuerto de Barajas en Madrid rozan los mil, un promedio de 3 y 4 diarios según los cálculos de Casa Argentina, la asociación civil que trata de velar por los ciudadanos de este país en España.

El Ministerio de Interior español argumenta que los afectados no cumplían con los requisitos de entrada mientras el gobierno argentino ha enviado una comisión técnica para resolver una situación que no sólo perjudica a esta nacionalidad.

El canciller argentino, Héctor Timerman, confirmó a través de Twitter: "Misión de urgencia a España por el maltrato a turistas argentinos".

Esta semana la comisión se reunirá con miembros del Ministerio de Exteriores de España para discutir la flexibilización de los requisitos de ingreso para los países que tienen suscrito la supresión del visado como es el caso de Argentina.

Aunque las deportaciones también vienen afectando a venezolanos, paraguayos, chilenos o uruguayos (países que no necesitan visado de turista), es la primera vez que un gobierno de la región envía una comisión para quejarse de lo que considera un atropello.

Requisitos

El Ministerio del Interior español admite que en 2009 deportó a más de 13 mil personas, un 25% más que en el período anterior.

El Ministerio del Interior español admite que en 2009 deportó a más de 13 mil personas, un 25% más que en el período anterior

"Las autoridades españolas señalan que los deportados no cumplen los requisitos, entre ellos una carta de invitación del familiar o la persona donde se va a hospedar. Esta carta, que expide la policía, es un trámite engorroso y costoso (US$200) que, según la ley, puede pedirse pero no es obligatoria", explica a BBC Mundo Matías Garrido, secretario general de la Casa Argentina en Madrid.

Los casos más llamativos han sido los de Ada Guiara, una mujer de 88 años, viajera habitual a España, con hijos y nietos españoles, que fue deportada de Barajas por no tener la carta de invitación.

Asimismo el de la docente argentina María Cecilia Tonón, invitada por la Universidad Complutense de Madrid y becada por el Ministerio de Educación argentino. Después de varios interrogatorios de los agentes de policía, Tonón fue expulsada de Barajas.

"Hay casos similares en los que los deportados cumplían todos los múltiples fallas en las comunicaciones y también en los controles de la policía. Es una situación que se viene arrastrando desde hace años y que diversas asociaciones de inmigrantes hemos denunciado pero los casos se olvidan", advierte Garrido.

Después del caso de la profesora, el secretario de Estado español para Iberoamérica, Juan Pablo de la Iglesia, se disculpó y afirmó que "el gobierno tiene todo el interés y toda la voluntad para que la aplicación de la ley (de inmigración) no produzca unos hechos que ciertamente todos deberíamos evitar".

¿Endurecimiento de la ley o arbitrariedad?

Pasaporte

La Ley de Extranjería señala que el inmigrante debe justificar el objeto y las condiciones de su estancia.

Las deportaciones coinciden con el endurecimiento este año de la Ley de Extranjería, dentro de las políticas de la Unión Europea, que incluye restricciones a las reagrupaciones familiares, la extensión del tiempo de permanencia en los Centros de Internamiento (y posterior expulsión) de indocumentados y multas de hasta US$150.000 si se hospeda a una persona sin permiso de residencia.

En cuanto a la carta de invitación, era un trámite sencillo que hasta hace unos años se hacía a través de las notarías en España. Ahora la carta la expide la policía después de reunir una larga lista de documentos apostillados (ingresos económicos, registros de nacimiento, nóminas) que pueden llegar a costar unos US$270, además de la carta, US$200.

Para el abogado Marcelo Belgrano, quien lleva varios casos de argentinos deportados, la carta "no es un requisito único, es uno de los documentos que te pueden pedir y que se está utilizando como excusa para las denegaciones".

"¿Cuántos turistas han entrado a España durante el último año sin carta de invitación? ¿40 millones? ¿Y cuántas cartas de invitación ha expedido la policía? La cifra no llega a las 30.000. Si no tengo reserva hotelera la carta sirve para demostrar dónde voy a pernoctar.

"No conozco al primer turista canadiense o estadounidense que se la hayan pedido", detalla a BBC Mundo.

Según Belgrano, "el asunto es que se le está negando el ingreso a quien no creen que es turista, al que creen que es un inmigrante encubierto o que tienen la sospecha de que va incumplir la salida".

Brasil y las deportaciones de españoles

El artículo 25 de la Ley de Extranjería señala que el inmigrante debe justificar el objeto y las condiciones de su estancia y luego enuncia una serie de documentos que le pueden pedir.

"Después de la carta te pueden pedir otro documento y así sucesivamente. La cuestión es que todo acto de acto de discrecionalidad de la administración para valorar algo tiene que estar reglamentado, sino puede convertirse en una arbitrariedad", agrega Belgrano.

Un caso parecido lo vivieron los brasileños al comienzo del actual mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Las deportaciones en 2007 triplicaron a las argentinas (más de 3.000) hasta que el gobierno brasileño comenzó a denegarle la entrada a ciudadanos españoles.

El presidente Lula da Silva ordenó la aplicación del principio de reciprocidad luego de que fueran deportados 30 investigadores brasileños que iban a participar en un congreso en Madrid.

Las tensas relaciones se calmaron después de la mediación de ambas cancillerías que acordaron flexibilizar los requisitos.

Aunque según pudo constatar BBC Mundo por lo pronto no está previsto que el gobierno argentino aplique la reciprocidad.

"Durante los últimos cinco años hemos entrado por Barajas miles de extranjeros: colombianos, bolivianos, ecuatorianos. Se llegaban a devolver aviones completos si se tenía la sospecha de que eran inmigrantes y no turistas", señaló el abogado.

"Ahora estos ciudadanos tienen que tener visado para entrar y la presión migratoria ha caído con los que no necesitan visado: venezolanos, argentinos, paraguayos", apuntó.

miércoles, octubre 27, 2010

HA MUERTO NESTOR KIRCHNER


La RTVE ha dado hace unos minutos,la noticia de la muerte de Néstor Kirchner,ex presidente argentino,presidente actual de la UNASUR y esposo de la presidenta Cristina Fernández.
Aunque no gobernara ahora, su influencia política en Argentina era notoria y notable.
Presidente del Partido de gobierno,su desaparición se hará sentir,era la última valla contra los grupos mediaticos de presión como los diarios Clarín y La Nacion, contra las sociedades de grandes patrones de la industria y terratenientes,contra las mafias históricamente enquistadas en el entramado político-social del país sudamericano.
El país del tango y el fútbol,parece signado por una trágica historia de muertes naturales y violentas en los momentos claves.
Dentro de un año y poco habrá elecciones presidenciales y Néstor Kírchner era el principal candidato.
La oposición no tenía ninguna figura que pudiera hacer frente al tándem Néstor-Cristina.
Cuando el país crecía a tasas chinas,con las materias primas en alza,con una economía medio saneada y paz social, aparecen las turbulencias.
Espero que su compañera,Cristina, sea un buen piloto en la tormenta que se avecina.
Hasta el momento lo ha sido pese al machismo porteño y la mala baba gorilona que rezuma entre los habitantes de una clase media que no se conforma con lo que tiene,lo quieren todo.
Ni un minuto de silencio han guardado para insultar.Mi casilla de correo está llena de insultos y porque no, de tristeza y condolencias.
Seguramente se han acabado las existencias de champán francés,del más caro.
Justo hoy que se hacía el Censo Nacional del Bicentenario,el pueblo humilde,los negros villeros,los mestizos del interior,los obreros,estarán en casa rumiando su tristeza.
Cuidado porteños,que puede tronar el escarmiento.
Te saludo desde el respeto a un compañero.



Alarmante racismo alemán



La historia, desgraciadamente, se repite, cuando se quiere ignorar. No fue un error, no, como pretende hoy la canciller Merkel, creer que los inmigrantes turcos se iban a volver a sus países; los historiadores y los sociólogos sabemos muy bien lo que ocurre en esos casos. Fue la actitud asocial de empresarios sin escrúpulos, allí como aquí.

Pero ¿no es Merkel del partido democristiano? En Alemania, aquella inmigración fue a suplir los muertos en la guerra y en campos de exterminio, y el vacío dejado por la expulsión de judíos y otras minorías raciales e ideológicas. Hoy la nueva crisis, como la de 1929 que dio paso a Hitler, crea una nueva oleada de racismo, y ya el 58% de los alemanes son partidarios de limitar hasta la libertad religiosa (¡!) de los musulmanes. Destapando su verdadera ideología, ante las próximas elecciones y la competencia de otros grupos racistas Merkel acaba de declarar que el modelo multicultural ha sido un "completo fracaso", lo que suena a escalofriantes condenaciones y solución final. Pero ¿no es esa Merkel del partido democristiano? Sí, y precisamente en nombre de un cristianismo politizado, obligatorio -lo más contrario al mensaje de Jesús- Merkel se atreve a proclamar que hay que eliminar a los inmigrantes que no acepten los principios cristianos. Recordemos que lejos de oponerse al racismo, el partido demócrata cristiano se rindió y disolvió ya antes para permitir el triunfo absoluto de Hitler, según le mandó el Vaticano.

Dinamarca, ¿ejemplo de civilización?


* Javier Montilla.


Cada primavera el mar que baña las costas de las Islas Feroe, se tiñe de sangre –y no precisamente por algún efecto maquiavélico del cambio climático- de un modo salvaje y cruel. Allí los delfines calderones son exterminados sin ningún tipo de escrúpulos, convirtiéndose en un espectáculo siniestro, horrendo y de muy difícil articulación en una sociedad que presume de modernidad.


Hay días que parece que uno se hallara sumido en un océano de estupefacción, de desidia, de hartazgo cósmico, de locura, de hastío emocional y reivindicativo, pero es que la tortura animal es inescrutable y parece que no tiene fin. En cierto modo, se refería a ello el orador y político romano Cicerón cuando señaló que la historia es maestra de la vida. Está claro que la historia sustenta nuestro futuro y, por ende, nuestros valores. Pero el futuro no deja de ser una auténtica quimera cuando los derechos de los animales se pisotean cada día sin que a muy poca gente parezca importarle.

Ya sabemos que la cultura de lo políticamente correcto está demasiado extendida – y la disidencia cada vez es minoritaria-, así que luchar ariamente por los animales cautiva muy poco a nuestras atormentadas consciencias. No voy a entrar en el continuo debate de si realmente los animales tienen derechos en cuanto no tienen deberes. Quién quiera oír que oiga, que decían las sagradas escrituras. Con todo, poco importa la vida de los animales cuando los consideramos como meras cosas al servicio de los humanos y cuya sensibilidad no suscita nuestro interés. Al fin y al cabo, tienen un mayor valor y aprecio cuando están muertos o cuando nos lo pasamos maravillosamente con ellos torturándolos por las calles de nuestras localidades. Y, sin embargo, ¡cuánta hipocresía que destilamos! Es más fácil dejarnos el aliento y la sangre caliente para intentar cerrar las centrales nucleares –cuya opinión me la reservo para no caer en el ostracismo disidente-, cortar carreteras para impedir la interconexión entre España y Francia a través de una línea de muy alta tensión (MAT), manifestarnos por el vergonzoso y aterrador aumento de las mujeres asesinadas víctimas de sus parejas o salir orgásmicamente a la calle para celebrar, en un ambiente erótico-futbolero, la conquista de un título, que denunciar incansablemente, en cambio, el sinfín de barbaridades que el hombre perpetra cada día y que supone diariamente la muerte de millares de animales. Esto lo dejamos para los freaks del tofu, que me dijo cierto día un personaje de cuyo nombre no quiero acordarme.

Huelga decir que no es una crítica feroz a la progresía como única responsable de este silencio. En la tortura animal no hay espectros ideológicos y si los hubiera, el liberalismo y el conservadurismo no le irían a la zaga en complicidad. Pero deberíamos hacer una reflexión colectiva y asumir que ciertos comportamientos chocan frontalmente con los valores entronizados de justicia y de solidaridad y que con demasiada facilidad nos llenamos la boca de pronunciar. Nos conmocionamos ante la tragedia de Haití. Nos llevamos las manos a la cabeza con las inundaciones de Paquistán, las declaraciones del jerarca de la Iglesia Católica que proceda o del hambre atroz de la India. Pero somos incapaces de sobrecogernos con la tortura pública de un animal en España, Francia y Latinoamérica, o con todo el salvajismo que se esconde detrás de los mataderos o con las salvajadas atroces de la matanza de focas en Canadá. No nos engañemos. Somos una sociedad bárbara, que nos creemos los amos del universo y que, a la sazón, por donde pasamos no dejamos bestia viviente, aunque vaya en contra del sentido común y de la ética.

Pero hay que ver qué transversal es la tortura -de la que la Piel de toro no puede presumir en exclusiva-. Llegado el caso sería digno de un estudio antropológico digno del museo de los horrores. En esta competición de la brutalidad hay países que no quieren quedarse atrás. Dinamarca, ese pequeño país escandinavo, espejo de prosperidad y que se jacta de rayar la perfección y ser un paradigma de libertad, esconde una cara oculta, un rostro que muchos desconocen y que nos indica que el eslabón perdido no parece estar tan lejos de ser encontrado. Los daneses son firmes candidatos a llevarse el título a la barbarie nacional para bochorno generalizado.

Cada primavera el mar que baña las costas de las Islas Feroe, se tiñe de sangre –y no precisamente por algún efecto maquiavélico del cambio climático- de un modo salvaje y cruel. Allí los delfines calderones son exterminados sin ningún tipo de escrúpulos, convirtiéndose en un espectáculo siniestro, horrendo y de muy difícil articulación en una sociedad que presume de modernidad. Poco importa, pues, que el Índice de Prosperidad del Instituto Legatum 2009 lo ubique como uno de los mejores países del mundo para vivir. O que tenga los salarios más altos del mundo. O que se encuentre entre los tres países más ricos del mundo, junto con Noruega e Islandia. O que según el Índice de Paz Global 2009, sea el segundo país más pacífico del planeta, sólo sobrepasado por Nueva Zelanda. Cuando acaba el invierno se transforma en el país más bárbaro y cruel del mundo.

Algunos arguyen que se trata de una tradición –como si las tradiciones fueran la coartada y una patente de corso para justificar las atrocidades- y del sustento económico de los lugareños. ¿Puede una tradición justificar un crimen? Poco les importa la respuesta. Esta orgía de sangre nadie se la quiere perder. Y es que debe ser muy divertido ver cómo cientos de cetáceos nobles, con sensibilidad, con una belleza sin igual y con el derecho a vivir, son masacrados por los labriegos de turno. Debe ser fascinante ser testigo de cómo les acuchillan y aplaudir a rabiar a los valientes. Será divertido, pero es una miseria humana sin parangón. Por mucho que presuman de ser el paradigma de la civilización. Y es que la crueldad, aunque se disfrace de belleza escandinava y se bañe entre halagos por doquier, siempre es malvada. Es cierto, por tanto, aquello de que la inteligencia criminal siempre asesina a la inocencia animal. Dinamarca puede impartir una cátedra de ello.




Ayer mismo,la prensa mundial se hacía eco de un estudio que indicada que Dinamarca era el país con menos corrupcion del planeta,limpio como un cristal pulido, el resto, sobre todo en Africa, AL y Europa ex-comunista, eran nidos de víboras corruptas.
Ni hablemos de los islamicos y musulmanes(incluían a Israel,el más corrupto del planeta, todos coimeros,salvo excepciones,y no es antisemitismo).
Olvidaban que es donde más se pega a las mujeres, donde hay más suicidios y otros elementos que sonrojarían a más de uno.
La mayor cantidad de viejos pedófilos,que van a fifarse pendejitas--11 años-- a Thailandia y pibes son originarios de los paises escandinavos.
Pero no son coimeros, como los argentinos, le faltaba decir.
Ni falta que hace.
Soy coimero, diría un taita del arrabal porteño, pero no fajo a mi mina.
El imperio,sus agencias, sus medios de comunicacion, siempre barren para casa y, los trapos sucios, se los dejamos a wikileaks.

martes, octubre 26, 2010

El racismo y los idiotas (en Argentina)

En Argentina el racismo y la xenofobia están al nivel penoso de Europa. En la cancha de Independiente nuevamente aparecieron manifestaciones detestables.


Las paradojas del fútbol. Los jugadores de Independiente salieron con una bandera en la que reclamaban aliento sin violencia y un pedido de disculpas a los "hermanos uruguayos" (por el lamentable incidente en el que fue agredido seriamente el arquero de Defensor de Montevideo por la Sudamericana).
Y en la cancha de ese oprobio por el piedrazo asesino que le abrió la cabeza a Martín Silva, el clásico no largó a horario porque parte del público local lanzó al campo facturas. Tiraron las vulgarmente llamadas bolas de fraile y paragüitas. Si quisieron ser sofisticados o cool, se quedaron en el críptico mensaje porque la mayoría no entendía mucho. Aunque lisa y llanamente el mensaje era para los de Boca por "bolitas y paraguas". Y el mayor agravio era para otros hermanos, los bolivianos y los paraguayos.


Evidentemente, seguía habiendo hinchas de Independiente dispuestos a faltar el respeto. Primero a sí mismos, luego a otras nacionalidades, y de paso dejaban la puerta abierta a que una autoridad hiciera uso del reglamento para poner las cosas en su lugar. Pero como el martes pasado no lo hizo el árbitro brasileño Seneme (debió suspender el partido por la herida de Silva, en lugar de pedir que pusieran al arquero suplente), esta vez fue Diego Abal quien no actuó por eso que arrojaron al campo o por la bandera que en la tribuna local y señalando a la visitante decía "SECTOR INDOCUMENTADOS" y tenía el escudo de Boca, o por esos muchos que cantaron parte del himno nacional argentino señalando a los de Boca. Sobraban los actos racistas para que no se jugara el clásico. ¿El árbitro no los vio?


No es nuevo en el fútbol argentino, pero si no se actúa, seguirá sucediendo. No es nuevo en el mundo. Ayer mismo se conoció que el rumano de la Fiorentina Adrián Mutu golpeó a un camarero por ofensas racistas en un local.


No es nuevo el seguimiento a nivel oficial, ya que el INADI desde el año pasado tiene un Observatorio sobre la discriminación en el fútbol.
No es nuevo que hay mucha gente que agrede con el agravio racista y no es nuevo que muchos otros sonríen porque creen que las palabras no dañan. No es nuevo que los actores de la idiotez, además, tengan una platea de idiotas dispuestos a aplaudir.

¿HACIA DONDE VA CUBA?

Cuba: nuevos empresarios pagarán hasta 50% de impuestos

El gobierno de Cuba dio a conocer este lunes más detalles sobre sus planes de fomento de la iniciativa privada y recorte de 500.000 empleos estatales, con los que espera revitalizar su economía.

Cubanos afuera de un supermercado en Santiago de Cuba

El gobierno de Cuba espera incrementar la recaudación tributaria en US$1.000 millones.

Entre las medidas de mayor impacto figura la introducción de un impuesto a los nuevos empresarios privados o trabajadores autónomos de entre el 25% y el 50% en función de sus ingresos personales.

Estarán exentos quienes ganen menos de 5.000 pesos cubanos anuales (US$225).

"Las personas naturales autorizadas a realizar actividades por cuenta propia son sujetos del impuesto sobre los ingresos personales", se indica en el reglamento publicado el lunes por la Gaceta Oficial.

El gobierno de Raúl Castro espera que la mitad de los despedidos pasen a formar parte del sector privado y, de esa manera, incrementar su recaudación tributaria en US$1.000 millones en 2011.

También se fijó un impuesto sobre las ventas del 10%, una contribución a la seguridad social del 25% y un impuesto del 10% para quienes alquilen viviendas, garajes o locales comerciales.

Cuentapropistas

El trabajo

  • Los que quieran seguir con el Estado tendrán que optar por la agricultura, la construcción, la policía, las fábricas o la educación.
  • Se calcula que en lo inmediato 250.000 cesantes apostarán por instalar su propio negocio que les permita vender algún servicio o producto.
  • Los que no quieran seguir trabajando para el Estado y tampoco quieran establecerse por su cuenta, pueden pedir trabajo a los cuentapropistas.

Se dio a conocer también el listado de 178 actividades en las que se podrá ejercer el trabajo por cuenta propia.

Se permitirá la contratación de asalariados en 83 de esos oficios, entre ellos los "paladares" (restaurantes privados), la albañilería o el transporte.

Contratar mano de obra estuvo prohibido desde que en 1968 se nacionalizó toda la pequeña empresa y el comercio, asegura Fernando Ravsberg, corresponsal de BBC Mundo en La Habana.

En la práctica es el primer paso hacia la constitución de la pequeña empresa privada, recuerda Ravsberg.

Hasta el año pasado en Cuba había registrados poco más de 140.000 pequeños negocios.

"Nuevo escenario económico"

El viernes, el diario Granma había asegurado que algunas de las nuevas medidas se enmarcaban dentro del "rediseño de la política tributaria en el nuevo escenario económico del país".

En el análisis de la publicación se explica que no se trata únicamente de una nueva medida administrativa y sí de apegarse a una nueva cultura tributaria.

Según el cronograma del gobierno, medio millón de trabajadores quedarán cesantes en los próximos seis meses. A ellos se les ofrecerá un puesto en sectores deficitarios como la agricultura, la construcción, maestros, policías u obreros industriales.

La mayoría de los puestos que se pierden pertenecen al área burocrática, la más "inflada".

En cualquier otra parte del mundo este proceso sería muy duro de aplicar, sin embargo en el caso de Cuba puede implicar que los despedidos alcancen incluso un mejor nivel de vida que los que permanecen en sus empleos, dice nuestro corresponsal.

Un trabajador estatal cesante pierde un salario de US$17 pero tiene la posibilidad de realizar actividades privadas que le reportan mucho mas.

Un ingeniero que dejó de trabajar para el Estado hace años le dijo a BBC Mundo que reparando zapatos gana entre US$70 y US$100 al mes.

lunes, octubre 25, 2010

¿SON BOLUDOS LOS OBREROS?



Dirigentes sindicales argentinos,asesinos,mafiosos,estafadores,chorizos de segunda.todos se proclaman "peronistas".
Ellos fueron parte de las tres A contra los delegados obreros de izquierda...
El que está de pié,atrás,se llama Pedraza,afiliado comunista en 1964,hoy es millonario.
Todo vale,ser peronista,ser comunista,maoista o trotzkysta o en España falangista o socialista e inclusive comunista ,como el antiguo dirigente Feliciano Fidalgo,médico traumatólogo,hoy dueño de una cadena de clínicas de rehabilitacion.
Si es que los trabajadores somos boludos.

SEGUIR EL EJEMPLO FRANCÉS

Sigamos el ejemplo francés

http://www.boston.com/bigpicture/2010/10/france_on_strike.html

En España también podemos......

sábado, octubre 23, 2010

GREMIOS,FUTBOL,POLITICA y muertos en Argentina

La mafia de los barrabravas

José María Otero

(Exclusivo del Boletín Argentino)


Fueron creciendo como los cardales en los potreros abandonados, en épocas difíciles para el país y cuando los ciudadanos estaban pendientes de sobrevivir por encima de toda otra preocupación. La proliferación de las villas miserias, sus cercanías con algunos estadios (San Lorenzo, Huracán, Racing, Independiente, Boca, Estudiantes y Gimnasia La Plata, todos los clubes del Gran Buenos Aires de segunda división, Rosario Central, Newell’s, Rosario Central, Unión y Colón de Santa Fe, etc.) sirvieron de caldo de cultivo para incrementar esa masa que surgió en los años de plomo y que sucedía a los violentos que siempre existieron en nuestro fútbol. Pero no con la ferocidad e impunidad actual en la que se pelea por dinero, poder y tener acceso a grupos de choque que trabajan indistintamente para fuerzas políticas, sindicales, policiales y mafias de todo tipo.

Que cuentan con abogados poderosos de sus mismos protectores. Matarse entre ellos es una de las alternativas para llegar al control de la barra fuerte: la que comercia con entradas, drogas, viajes, porcentajes en transferencia de jugadores, aprietes a técnicos que los dirigentes pretenden que se vaya sin pagarles, titularidad de algunos futbolistas que pagan por esos servicios, recitales, colocación de técnicos amigos que pagan los servicios... Y que pueden incluso organizar por encargo hasta la recepción triunfal a Maradona en el aeropuerto de Ezeiza, después del papelón de la Selección Argentina en el Mundial de Sudáfrica.

Detrás de todo eso hay dinero. Hay poder. Los barrabravas de Boca pueden controlar por ejemplo, la seguridad en los recitales de Serrat y Sabina en la Bombonera. Para ello disponen de una organización que cubre varias cuadras a la redonda y perciben un porcentaje importante de la taquilla. O los autobuses turísticos que traen durante la semana a los visitantes para visitar y conocer la Bombonera y su sala de trofeos.

O en el caso de los rojinegros rosarinos, manejar todos los futbolistas de las inferiores de Newell’s, incluyendo varios del primer equipo, como sucedía con “El Pimpi” –aliado con el ex presidente López-, que finalmente luego de varios enfrentamientos a balazos con la banda rival fue ultimado como si estuvieran en la Chicago de los años 30 o en la Sicilia de siempre.

O en el enfrentamiento de los barras de River por el liderazgo de “Los borrachos del Tablón”, los que tienen mayor poder dentro del club y que, a diferencia de las otras entidades, está integrada en su cúpula por gente proveniente de familias de clase media alta. Lo que no impidió el asesinato a balazos de Martín Gonzalo Acro, a plena luz del día, en agosto del 2007, por parte de la fracción que lideraba Alan Schlenker y que finalmente se quedó con el aparcamiento de los coches, las parrillas del club, el gimnasio, la confitería, las entradas, los viajes, e incluso el merchandising que venden en las mismas instalaciones. Sus jefes son patovicas, conocidos en los boliches chetos de la noche y uno de sus capos vive en Las cañitas. Entrenan sus cuerpos en el mismo gimnasio de River, son alrededor de 50 y usan pelo corto. Las barras de Boca, River, Rosario Central y Newell’s son consideradas por los organismos de seguridad como las más peligrosas, pero en realidad lo son todas.

Capacidad de desplazamiento

Una de la que tiene más capacidad de movilización es la de Rosario Central. La barra denominada Los Guerreros son unos mil hinchas y ha ganado varios combates contra la de Boca, lo que ya es decir. Rosario es un territorio de frecuentes enfrentamientos entre integrantes de estas patotas. La enemiga de Los Guerreros (Antes se llamaban los Chaperos y al dividirse y ganar una fracción la batalla, pasaron a usar la nueva denominación) que fueron desalojados de su posición, en una emboscada se enfrentaron a balazos con el nuevo jefe: Andrés “Pillín” Bracamonte y le dejaron el recuerdo de varias balas en su pierna derecha. Están ubicados en el tercer puesto en agresividad y número detrás de las de Boca y River.

Raúl Gámez que fue presidente de Vélez y dirigente de AFA contaba que había descubierto que varios integrantes de la barra de Vélez vendían droga en la Confitería del Club. Los denunció en la Comisaría, que destinó dos agentes a vigilarlos. A los dos meses, los policías habían establecido una sociedad con ellos. En Independiente, la barra “Los diablos rojos” tiene relación directa con Hugo Moyano y de allí se entienden algunas cosas que suceden en actos peronistas o sindicales donde intervienen integrantes de esta barra. Como acontece en La Plata con los de Estudiantes y Gimnasia, también muy violentos cuando tienen que cumplir algún encargo fuera del fútbol y obedecen a consignas políticas. O la de Chacarita Juniors que respondió durante años a Luis Barrionuevo. En 1988 fueron el brazo civil de los carapintadas cuando se alzaron contra Alfonsín. Y cuando se impugnó la candidatura de Luis Barrionuevo a gobernador de Catamarca porque no tenía la residencia necesaria en la provincia, produjeron situaciones de violencia en diversos lugares de Catamarca obligando a la suspensión de los comicios. Siendo Intendente de Morón Juan Carlos Rousselot se aprovechó de la barra brava de Deportivo Morón para suspender una sesión donde se rechazaba un plan de obras públicas que proyectaba realizar.

Políticos y barrabravas

Es tan importante el nexo entre políticos, dirigentes, sindicalistas, futbolistas y barrabravas que les permite a éstos asistir a todo tipo de eventos internacionales costosísimos y al Jefe de un sector de la barra de Independiente, conocido como “El Polaco”, ser guardaespaldas de Moyano. O a Menem conmutarle en 1993 la pena a un barra de San Lorenzo (Emilio Narváez) que había sido condenado por asesinar al socio boquense Saturnino Cabrera en setiembre de 1990 en la Bombonera. Muchos de estos hinchas trabajan en Municipalidades y secciones gubernamentales provinciales. Varios jefes de Los Borrachos del tablón que viajaron al Mundial de Alemania se alojaron en la casa de Martín Demichelis, ex futbolista de River e integrante de la Selección. El término “el aguante” tan de moda en el país en los últimos años, que hasta mereció un programa de TV denominado así, sobre las barras, surgen del “coraje” que manifiestan tener estos personajes para imponerse sobre sus rivales dentro del club o contra hinchadas adversarias.


El caso del joven Mariano Ferreyra, muerto en el enfrentamiento de los ferroviarios, involucra entre los que dispararon, a un barrabrava de Defensa y Justicia. Otro muestrario en definitiva de la violencia social y de las mafias incrustadas en el tejido social de Argentina y que incluso les permite dar clases de organización a barras de distintos países que asisten a cursos impartidos en Buenos Aires por “nuestros representantes”. Aquello de “la violencia engendra violencia”, debería servir de una vez por todas para entender que la violencia de Estado que estalló brutalmente en Argentina en aquella nefasta etapa del “Proceso”, con su secuela de torturas, robos de bebés, violaciones, arrebato de bienes personales, personas arrojadas desde los aviones, y todo tipo de aberraciones, sirvió de modelo y ejemplo a esta barbarie del siglo XXI. Aquellos polvos trajeron estos lodos. Ser barra brava es para algunos salir de la exclusión social, ser “alguien”, aspirar a codearse con “gente importante”. Y la raya social que separa al orden del delito se va haciendo así, cada día más porosa.